Cuando la NASA inició el lanzamiento de astronautas, descubrieron rápidamente que los bolígrafos no funcionarían con gravedad cero.
Para combatir este problema, los científicos de la NASA contrataron a la compañía Andersen Consulting (ahora Accenture) como asesores-consultores, para estudiar y resolver el problema.
Emplearon una década y 12.000 millones de dólares desarrollando un bolígrafo que escribiese con gravedad cero, hacia arriba y hacia abajo, bajo el agua, en prácticamente cualquier superficie incluido el cristal y en un rango de temperaturas desde bajo cero hasta más de 300º C...
Los rusos utilizaron un lápiz.