“La explotación del oro en el noroeste”
Plinio el Viejo, XXXIII, 76 - 77
La tierra llevada así se deja deslizar hasta el mar; la montaña es horadada y se disuelve la tierra. Por este motivo Hispania ha hecho retroceder el mar lejos de sus tierras.
El oro obtenido por medio de la excavación y el lavado no necesita ser fundido, sino que es oro en estado puro; así se encuentran en los pozos porciones enormes que llegan a pesar más de 10 libras.