dimecres, d’octubre 18, 2006

TURNO DE PARTIDOS


El turnismo se basó en la creación de dos grandes partidos,

- uno en sentido conservador, liderado por el propio Cánovas, el Partido Liberal-Conservador, y
- otro en sentido liberal, heredero del régimen de libertades del sexenio, presidido por el político riojano Práxedes Mateo Sagasta y conocido como Partido Liberal-Fusionista.

A estos dos partidos les correspondía agrupar al máximo número posible de grupos y facciones, con el único requisito de aceptar la monarquía alfonsina.

Por este motivo, se les conocía como partidos dinásticos.

Estos dos partidos se "turnarían" en el poder (de ahí el nombre de turnismo).
A cada mandato de un partido le sucedía un gobierno del otro.
De esta forma, aunque se dejaba fuera a las minorías carlista y republicana, se garantizaba una importante estabilidad, que se tradujo en la larga duración del régimen.


Claro que para ello había que basarse en un sistema no democrático, aunque fuera de carácter representativo.
Es decir, se elegía un Parlamento, pero las prácticas caciquiles y el gran pacto entre los dos partidos hizo que siempre ganara las elecciones el partido que las convocaba.

En un sistema democrático, el partido que gana las elecciones forma el gobierno.
En el sistema de la Restauración, en cambio, el rey nombraba el gobierno, y después se hacían las elecciones para que ese gobierno tuviera una mayoría parlamentaria con la que gobernar.

Esto hizo que el sistema electoral de la Restauración tuviera que descansar sobre el caciquismo.